HERNIA DISCAL:
Los principales síntomas de una hernia discal son la pérdida de fuerza en la pierna/brazos y en la espalda/cuello, sensación de hormigueo o quemazón en el miembro afectado, alteración de la sensibilidad o pérdida de reflejos. El dolor en la zona del cuello o de la espalda suele ser central, justo en el medio, constante, muy desagradable, angustioso y que te hace modificar la posición. Se suele irradiar al brazo o la pierna (depende de dónde se encuentre la hernia), de una manera eléctrica, quemante, o con mucha tensión.
PROTRUSIÓN:
Puede ser la misma sintomatología pero en mucha menos intensidad, si se da. No suele ser frecuente la afectación del brazo y la pierna, pero sí el del dolor central en la zona de la espalda.